miércoles, 19 de marzo de 2008

LA PRECARIEDAD LABORAL Y SU INCIDENCIA

Desde el año 2000 a esta fecha, las políticas sociales llevadas a cabo por el gobierno han asumido un papel clave en el desarrollo económico y social del país. Dentro de estas la Misión Vuelvan Caracas juega un rol central ya que de ella se deriva la formación y posterior puesta en marcha, a través de Cooperativas y Núcleos Endógenos, del nuevo modelo económico y social que se ofrece a la sociedad venezolana. De allí la importancia de conocer sus objetivos e implementación. La Misión Vuelvan Caracas creada en el año 2004 forma parte de la Política Social de Derechos y para llevarla a cabo se creó el Ministerio de la Economía Popular, cuya finalidad primordial es la lucha contra la pobreza y la exclusión social impulsando nuevas formas productivas donde lo económico se enlace con lo social. El nuevo modelo de desarrollo propuesto por el Gobierno se basa en el llamado desarrollo endógeno para cuyo fin han sido creados espacios territoriales (núcleos endógenos) en todo el país donde se abordan diversas actividades productivas, educativas y de servicio. Los programas instrumentados por la Misión Vuelvan Caras conciben la construcción de la calidad de vida como un proceso permanente en el cual la participación de la propia comunidad es un aspecto central y necesario. Se ha comprobado que los programas sociales que consideran las condiciones y características culturales y sociales de las comunidades participantes, tienen mayores posibilidades de éxito que aquellas concebidas sin tomar en cuenta estas características. El cambio social es favorecido por aquellos programas que se construyen a partir de las necesidades sentidas por la gente y que se corresponden con sus valores, y sistemas de creencia (Misión Ribas, Misión Robinsón, Misión Sucre….).Entienden que la participación no se limita a tareas instrumentales, sino que promueve una mayor concientización y reflexión sobre sus condiciones de vida, fomenta un mayor crecimiento personal que tiene consecuencias positivas en su identidad y autoestima. Por otra parte estos cambios favorecen la interacción social y muestran la importancia de la organización comunitaria para el logro de los objetivos propuestos esto es innegable. Con todo y a pesar del reconocimiento positivo que han tenido los programas de la Misión Vuelvan Caras no se conocen a ciencia cierta los efectos del mismo más allá de saber cuantas personas lo han utilizado. Sabemos sin embargo que concomitantemente a aprendizaje de los contenidos de los diversos talleres que allí se imparten, existen otros beneficios que apuntan a la construcción de aspectos subjetivos de vital importancia para la motivación al logro de los participantes y que los estimulan en otras áreas del comportamiento humano. En ese sentido consideramos muy importante conocer cuáles necesidades humanas se están satisfaciendo adicionales a las de conocimiento, así como profundizar sobre los recursos personales y haberes comunitarios disponibles que estén presentes como potencialidades aún no plenamente aprovechados en pro del desarrollo personal y de la comunidad. El nuevo modelo de desarrollo productivo venezolano requiere poco capital y escasas calificaciones y, por lo tanto, parece una respuesta atractiva frente al grave problema de la exclusión social. Sin embargo, corre el riesgo de consolidar un tejido de empresas movidas mucho más por un afán clientelar que por un espíritu de innovación e incremento de la competitividad. Un paliativo no debe confundirse con una alternativa. Una alternativa implica hacerse un lugar en un mundo donde el crecimiento depende cada vez más del comercio, y donde el comercio depende las ventajas competitivas basadas en el conocimiento como fuente indispensable de creación de valor. Por desgracia, la economía venezolana, al tiempo que profundiza un patrón de especialización basado en la explotación de los recursos naturales, avanza por un camino que reproduce los males de una estructura económica dual. Un sector de enclave, intensivo en capital, convive con una economía de servicios y de comercio al detal, intensiva en mano de obra de baja calificación. Ya no se habla de política industrial: el número de establecimientos industriales se ha reducido a la mitad en los últimos años, lo que explica el estancamiento de las exportaciones no petroleras y el creciente déficit comercial. El sector industrial no petrolero, en efecto, se encuentra en decadencia, y ha venido escapándose sigilosamente hacia la vida más tranquila del negocio de las importaciones. La Misiones implantadas por el gobierno nacional han tenido una mutación bastante particular pues han pasado de un paliativo económico coyuntural a un problema social, el aparato productor venezolano no termina de arrancar, se incrementa la dependencia del petróleo del cual depende sustancialmente. Las cooperativas no dan el resultado esperado (corrupción campante), la adjudicación de tierras se ha convertido en un negocio. Pensamos que hay la necesidad de reestructurar el sentido de las misiones, dejar a un lado la politiquería y buscar realmente el fin social que estas deben tener, para que estas medidas sociales no se reviertan en sentido negativo, contribuyendo esto a un sistema de precariedad laboral dependeinte del estado.

No hay comentarios: